Bodega Pere Olivella Galimany
La viña, nuestro patrimonio particular
La finca Can Pere del Maset está situada estratégicamente en un paraje único, mágico, especial, en pleno centro de la zona vinícola del Alt Penedès.
La Masía y la bodega se encuentran situados arriba de un cerro, sobre los 300 m de altura respecto al nivel del mar, donde en sus pies se abre majestuosamente, un mar de viñas, olivos, bosques de pino carrasco y encinas, formando un paisaje típicamente mediterráneo.
Nuestro patrimonio más preciado, veintidós hectáreas de viña, algunas con cepas de más de 70 años; viñas viejas plantadas con vaso y que se conservan todavía porque de ellas obtenemos unos racimos que transmiten la esencia de nuestra tierra y personalidad única a nuestros vinos.
El clima, típicamente mediterráneo
El clima en la finca Can Pere del Maset es típicamente mediterráneo, suave y cálido propio del prelitoral catalán, inviernos moderadamente fríos con veranos calurosos y secos.
Una situación privilegiada de una comarca, el Alt Penedès, que mira en el mar a cobijo de los vientos fríos del norte protegidos por la sierra de Font-rubí en el oeste, en el norte por la imponente montaña mágica y sagrada de Montserrat y el este la cordillera litoral, favoreciendo un clima idóneo para el desarrollo perfecto del ciclo vegetativo de la viña, con contraste térmico entre el día y la noche, para conseguir una buena maduración fenólica de la uva.
En nuestra finca la temperatura mediana es de 12 °C, una temperatura favorable para el cultivo de la viña, con mínimas alrededor de 1 °C en el mes de enero y máximas alrededor de 28 °C en el mes julio.
Las heladas se suelen producir entre principios de noviembre y finales de abril, siendo estas últimas las más temidas y peligrosas.
Una pluviometría mediana que se mueve entre los 500-520 l/m² aunque hay añadas en que se ha podido llegar hasta los 900 l/m². El otoño seguido de la primavera, son las estaciones donde se logra la máxima pluviometría.
El clima de nuestro Penedès es luminoso, la media de horas es de 2.548, favorable para la buena maduración de la uva.
El suelo, el aliado perfecto
La masía Can Pere del Maset y la bodega de elaboración y parte de la finca, están situados sobre un margen de abanicos aluviales activo durante el Mioceno, originario de la cordillera prelitoral. Los materiales dominantes de la composición de este suelo son las arcillas, arcillas compactas, los greses y conglomerados de hace 12 millones de años.
El origen geológico del suelo de nuestra finca donde se encuentran plantadas las viñas y los olivos, data de principios del cuaternario (Pleistoceno) con una antigüedad de más de 2,5 millones de años.
Un suelo básicamente formado por abanicos aluviales antiguos, en este periodo el mar que cubría toda la península Ibérica se retiró prácticamente, dejando a cuerpo descubierto diferentes tipologías de suelo. Viñas con un terreno excepcional, suelos poco profundos y pobres con materia orgánica, textura formada por arcillas y gran cantidad de cal, factores que nos limitan la producción pero confieren a los vinos frescura, acidez y potencial de envejecimiento.
Fotografía y textos: https://olivellagalimany.com
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